19 de abril de 2016

Cada estudiante tenía dos lupas de distinto diámetro y distinta distancia focal, de las que comúnmente usadas como material escolar y que se pueden adquirir en cualquier papelería.

En la sesión anterior habían calculado la distancia focal con el método experimental de la vela que ya usaba Galileo, y en esta sesión comenzaron con el cálculo de la distancia focal directamente con la luz solar. El Sol funciona como foco "en el infinito"y deben ir alejando el papel donde proyectan los rayos concentrados por la lente hasta que se concentren en un pequeño punto. La distancia de la lente al papel debe coincidir con la distancia focal que ya habían calculado. Bueno, más o menos.



Una vez aproximadas las distancias focales de ambas lentes se introduce el concepto de potencia de aumento, es decir, cuánto aumentará los ángulos usando un telescopio compuesto por nuestras dos lentes. Este factor es igual al cociente de las respectivas distancias focales de las lentes del objetivo y del ocular. Es nuestro caso 40,5/1,27 = 32 (aproximadamente). Además, para enfocar nuestro telescopio, la distancia entre ambas lentes debe ser aproximadamente igual a la suma de las distancias focales. Cada pareja de estudiantes comprobó empíricamente esta relación.



En una segunda parte de la sesión, comenzaron a fabricar los oculares. Debían hallar el centro de una tapadera de tubo de PVC, resaltar el centro y usar la taladradora eléctrica para que la abertura donde colocar el ocular esté bien centrada. El procedimiento es lento, sólo unos pocos acabaron antes de que terminase la sesión.

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