Novena sesión:19 de junio

Finalmente, tras otras tres horas de trabajo, conseguimos acabar dos de los cinco proyectos: el proyector solar de manchas y eclipses; y el reloj de sol analemático.






OCTAVA SESIÓN: 12 de junio

En la octava sesión, nos propusimos construir algunos de los instrumentos diseñados por Astromedia.
Se tratan de recortables, hechos en cartulina, que disponen de lentes y espejos, para construir telescopios, astrolabios, sextantes, proyectores solares etc.
El primer inconveniente fue que las instrucciones están en alemán -al menos el modelo que compramos nosotros-, y no tienen fotografías o dibujos como una conocida marca de muebles. Dividimos la tarea en subgrupos: telescopio de Newton, telescopio de Galileo, proyector solar para el estudio de manchas y eclipses; y reloj de sol analemático con montura ecuatorial elevable.
En cuanto abordamos la construcción del telescopio de Newton, el grupo se dio cuenta de que no iba a ser fácil terminarlo -de hecho, es una tarea pendiente para después de verano.
El subgrupo del telescopio de Galileo no encontró una tarea mucho más sencilla:

Así que decidimos concentrar nuestras energías en el proyector solar:

Y aprovechando las lentes y espejos que venían, experimentaron con los espejos y lentes convergentes:

El tiempo estimado de la construcción del proyector era de 3 horas, pero fue claramente insuficiente. Así que... a por la novena sesión.

SÉPTIMA SESIÓN: 22 de mayo

SÉPTIMA SESIÓN

Durante la séptima sesión trabajamos con el concepto de cámara oscura y su óptica.


Dentro del trabajo de años anteriores, nos propusimos repetir nuestra tradicional cámara estenopeica reciclando una lata de refrescos. Esta vez, las cámaras tomarán solarigrafías desde junio hasta diciembre, para captar toda la amplitud de las trayectorias solares.
Además, cómo no, trabajamos con el consabido vídeo de nuestra primera colocación de cámaras en Itálica (ahora no es posible, debido a Juego de Tronos).


¡Qué jovenes éramos!


SEXTA SESIÓN: 15 de mayo

En la sexta sesión, vivimos el momento más emocinante -para el profe, claro, como suele ocurrir-: después de haber hecho cambios en la batería (unimos 4 pilas de 4.5 voltios. Volvimos a seguir al pie de la letra las instrucciones para conectar con un cable coaxial el detector de satélites a la batería y... MAGIA. Descubrimos cómo empezó a volverse loco el detector cuando apuntábamos a la mayor fuente de microondas disponible: el Sol.

En el vídeo anterior se experimenta con una idea propia de investigadoras e investigadores: ¿qué pasará si apuntamos nuestro radio-telescopio casero a cuatro telefónos móviles?


Apuntamos hacia las coordenadas que una app nos proporcionó de los principales satélites de telecomunicaciones. Y recorrimos las principales trayectorias. 
Entre las mejoras propuestas, comprar un plato de parabólica de un menor diámetro: la sensibilidad no es relevante pero el peso y la maniobrabilidad sí que se echan en falta.
Para el próximo curso, queda pendiente adaptar el pie del equipo para emular la experiencia del siguiente vídeo.